Una imagen de la representación de 'Júlia' en la casa del Globo (Alcoy)
El Turismo es una ciencia amplia y diversa que comienza en
el sol y playa de Benidorm y acaba en un abanico infinito de posibilidades que
abarcan todo aquello que pueda interesar o provocar la atención del Ser Humano.
En la ciudad británica de Bristol, los turistas visitan casas decoradas exactamente
igual que en el siglo XVII. ¡Qué decir del Ecce Homo de Borja, en Zaragoza! Es
el lugar más visitado en los últimos meses casi por encima de la Basílica de la
Virgen del Pilar. Hay rutas turísticas en el Nou Camp o en el Santiago
Bernabéu, la casa de García Lorca en Granada, el proceso de fabricación de las
aceitunas en El Serpis o del turrón
en El Lobo, el interior de la
pirámide de Keops o la plaza de toros de Pozoblanco, en la que murió Paquirri,
o la zona 0 de Nueva York. Incluso Guadalix de la Sierra recibe a centenares de
turistas cada año buscando los rincones en los que se rodó ‘Bienvenido Mr
Marshall’. Como ven, el Hombre es incontrolable e imprevisible. Las modas, los
sucesos, las películas… todo puede convertirse en referente turístico.
Nosotros, a la espera de que realmente la zona arqueológica
del Molinar no se desintegre como un azucarillo en un vaso de café con leche,
tenemos que recurrir a otros atractivos para atraer al Turismo. Todos
sabemos que estamos a una hora del Altet
y a otra de Manises, a media hora de San Juan y a una de Benidorm. Y eso
tenemos que aprovecharlo como sea. Falta mucho por hacer, como por ejemplo concienciar
a la hostelería de que no es bueno cerrar a cal y canto los domingos. Quizás
hagan falta más plazas hoteleras tipo pensión u hotel de pocas estrellas,
aunque lo cierto es que la oferta de los alojamientos rurales de la zona es
aceptable. Tenemos museos, Moros y Cristianos, Cabalgata, Mostra de Teatre,
Tirisiti, dos parques naturales y la playa a media hora. Los puntos clave están
clarísimos, falta desarrollarlos.
Una excelente dirección es la que se ha tomado con el tema
del Turismo cultural. La empresa Esbarjo,
Educació i oci, ha puesto en marcha una serie de iniciativas que son del
agrado –en primer lugar- de los propios alcoyanos. Y es muy importante que el
propio pueblo admita las propuestas, las experimente y concluya si son del
agrado o no de los que nos visitan. Me refiero a las visitas teatralizadas al
yacimiento íbero del Puig o a la ruta por el centro de Alcoy de la novela
‘Júlia’, de Isabel Clara Simó. No es que únicamente sea una idea fantástica y
que encaja a la perfección en el formato de Turismo cultural innovador. Es que
además, resalta y explica parte de nuestra historia, de nuestras raíces. Y eso
a la gente le interesa. Porque en el país del Turismo, el sol y las piscinas,
es necesario reinventarse y estrujarse el cerebro. Y eso lo hacen los amigos de
Esbarjo y la concejalía de Turismo,
receptiva a estas ideas.
Al final todo son números, y en la visita al Puig tuvieron
que duplicar los grupos y en el caso de ‘Júlia’ se quedaron muchísimas personas
sin poder apuntarse. Enhorabuena y adelante.
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